El mundo volcánico de Timanfaya en Lanzarote, España
El Parque Nacional de Timanfaya o Las Montañas del Fuego es una de las zonas geológicas más hermosas en Lanzarote, España. Se creó en una zona afectada por erupciones volcánicas entre 1730, 1736 y 1824.
La formación de este lugar conllevó un largo proceso eruptivo que, hoy en día es uno de los más relevantes y hermosos en todo el mundo, relacionados con el volcanismo. Su presencia es tan relevante en la isla que le dio un cambio drástico a la morfología de la misma ya que, una cuarta parte quedó sepultada bajo un manto grueso de lava.
Lo espectacular de Las Montañas de Fuego, es el paisaje volcánico que se extiende por 174 kilómetros cuadrados, sin embargo, solo 54 kilómetros cuadrados conforman el Parque Nacional, exactamente la zona donde sucedieron las erupciones más importantes.
En el lugar de las primeras erupciones se conforma por una superficie de lavas intransitables del tipo aa, o conocida como malpaíses y Pahoe-hoe, también llamadas cordadas.
Los viajeros que llegan a descubrir y conocer este paraje de Lanzarote se dan cuenta que tiene pocas alteraciones realizadas por los humanos, unido con la climatología especial del lugar mantienen en perfecto estado el paisaje volcánico original.
Es todo un laboratorio de investigación para futuros procesos de colonización de fauna y flora. Por estas peculiares características es que fue declarado Patrimonio Nacional en 1974, siendo el único geológico en España.
¿Qué hacer en el Parque Nacional Timanfaya?
Descubrir las maravillas naturales de este parque es todo un viaje, las diversas instalaciones que te ayudarán a conocer Timanfaya están distribuidas en torno a la carretera LZ-67, que une los municipios Tinajo y Yaiza.
Lo primero que debes hacer es llegar al centro de visitantes en Mancha Blanca, allí de forma gratuita y a través de una exposición y un programa audiovisual te darán información detallada del parque en diferentes idiomas.
Islote Hilario
Algo característico de Timanfaya son las anomalías geotérmicas, denominadas así por los vulcanólogos y son temperaturas inusuales, entre los 400 y 600 grados centígrados, que brotan en la superficie, producto de cámaras magmáticas en el subsuelo de poca profundidad.
El núcleo de las mismas está en el Islote Hilario, en esta zona los efectos se muestran a los visitantes a través de los géiseres y hasta cocinado ciertos alimentos con el calor naturales de la tierra, otra de las formas es arrojas arbustos secos que en cuestión de minutos se incendian.
Pero la atracción principal la da el agua, ya que al estar en contacto con estas anomalías en el subsuelo dan todo un espectáculo casi pirotécnico.
Las Montañas del Fuego
El paisaje en colores ocre, te va a enamorar en Las Montañas del Fuego. En ellas los viajeros pueden descubrir el mundo volcánico en todo su esplendor que se originó entre 1730 y 1736, la desolación que se vive entre estas montañas no dejará de sorprenderte durante todo el trayecto.
En esta zona, encontrarás el Restaurante El Diablo, toda una construcción artística. El conjunto arquitectónico está hecho de piedra seca, labrada y con tonos que combinan con el exterior que podrás apreciar a través de las paredes curvas de cristal.
La comida es tradicional canaria y en su mayoría en cocinada con las temperaturas geotérmicas, en una parrilla de hierro fundido encima de un agujero en el suelo. Pocos podrán decir que su plato fue cocinado con calor de volcán ¿no crees?
Ruta de los Volcanes
Dentro del Parque Nacional hay un tramo de 14 kilómetros de largo, donde la atracción principal es la vista. La carretera creada alrededor del paisaje sin dañarlo, va por todos los principales lugares donde se dieron las erupciones que dieron origen al parque.
Los viajeros podrán apreciar hornitos, cuevas y malpaíses. El camino es muy frágil y por eso cuando crearon la ruta lo hicieron de manera minuciosa para no dañar el entorno. Además, para recorrerlo solo se hace en buses acondicionados para el viaje.
Cuando vas en el bus escucharás una grabación de las palabras dichas por el sacerdote Yaiza durante las erupciones del volcán.
Echadero de Camellos
El paseo en el lomo de un camello sobre el volcán es una experiencia inigualable y una de las más clásicas de Lanzarote. Esta atracción es tan importante como todos los fenómenos geológicos que dan vida al lugar y por eso es tan importante mostrarlos.
Debido a la cultura de esta isla se creó el echadero de camellos porque para ellos era importante darles a los turistas una experiencia irrepetible.