La Caldera de Bandama: Otra maravilla natural de Gran Canaria
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Todo el que visita las Islas Canarias sabe que tienen origen volcánico, pero pocos saben que en el municipio Las Palmas se puede entrar a la caldera de un volcán. Es una experiencia distinta que te ponen en total contacto con la naturaleza. La caldera de Bandama no debe faltar en tu lista de lugares para visitar cuando vas a Canarias en España.
Visitar la caldera de Bandama es como ir al centro de la tierra, aunque no exista una cueva que te lleve al fondo. Este lugar ícono de España en conjunto con el Pico de Bandama son el Monumento Nacional y pertenecen al Paisaje Protegido de Tafira.
La caldera está entre los municipios Santa Brígida y Telde y puedes acceder a ella a través de carretera en tu auto particular o en autobuses. Si vas en automóvil tardarás entre 20-25 minutos en llegar desde el centro de la ciudad y si optas por el transporte público, que te deja al inicio de la ruta a la caldera, tardarás una hora.
Esta maravilla natural se originó luego de un proceso volcánico que según los científicos inicio hace más de 4 mil años y presumen que su última erupción fue hace 1970 años. Siendo la actividad volcánica más reciente de Gran Canaria.
El nombre de la caldera, por muy curioso que te parezca no es nada canario, se trata de la castellanización del apellido flamenco Van Damme, que correspondía a Daniel Van Damme, el hombre que compró los terrenos de la caldera para crear viñedos.
Disfruta la vista desde el Mirador
Como si no fuera posible, una de las curiosidades de la Caldera de Bandama es que hay un pico junto a ella donde no solo podrás observar el borde de la misma, sino que también tendrás una increíble vista panorámica, sin necesidad de un drone o cámaras especiales. Desde allí verás en todo su esplendor el agujero casi circular de la caldera.
No te quedes solo con el pico. Al levantar la mirada y girar un poco te darás cuenta que tienes una vista completa del municipio Las Palmas, con la Isleta de fondo. El autobús te deja en la parte de abajo del pico, mientras que si vas en automóvil podrás aparcarlo en la cima.
Toda una maravilla natural
La circunferencia superior, tiene más de un kilómetro de diámetro y la profundidad es de 200 metros de desnivel, desde el borde hasta el fondo. Muchos creen que se trata del cráter del volcán, cuando llegan a verlo, pero no, en realidad es un hundimiento, cuando ocurrió la última erupción la cima del volcán se desplomo y dejó a la vista la caldera.
Científicos aseguran que entre el fondo y escases metros debajo las temperaturas son realmente calientes. Si actualmente ocurriera otra erupción afectaría alrededor de 100 mil personas. Este volcán es uno de los más jóvenes de Gran Canaria.
Camina por la caldera
La caminata por el interior o alrededores de este volcán inicia justo en la parada de autobuses, en Caserío de Bandama. El sendero no llega a superar los dos kilómetros, pero por tratarse de una pendiente debes ir con zapatos cómodos, gorra, bloqueador solar y ganas de disfrutar el ambiente.
Aunque la distancia no es mucha, debes tener que el terreno es de piedra suelta y un poco inestable. En el trayecto te encontrarás con un paisaje lleno de acebuches, palmeras, retamas blancas y lentiscos.
Incluso si agudizas tu vista podrás ver un lagarto asomado en alguna parte, aunque no tienes que asustarte, generalmente ellos están más asustados de los viajeros cuando los sienten pasar. Al final del sendero llegarás a otro mirador, que está alineado con el pico, por lo que tu foto será parecida a la primera, pero con un ángulo adentro.
Si optas por una visita guiada, tendrás el privilegio de ver los grabados que hicieron los antiguos pobladores de la caldera. Además, hay cuevas y depósitos de granos que eran utilizados por los trabajadores de las viñas, incluso aún quedan las construcciones en las que trabajaban.
Luego de que pasas esta zona, tienes dos caminos, seguir recto hasta la Casa de Agustino o un camino corto hasta un grupo de eucaliptos. Las dos rutas están señalizadas. Al lado de las cuevas de la Bodega, está un espacio para merendar o comer mientras te deleitas con el paisaje.
Otro camino, un poco más estrecho que va ganando altura mientras avanzas te lleva al estanque de El Culatón. Todas estas paradas son dignas de apreciar y disfrutar, no te conformes con solo pasar por ellas. Para los más aventureros también está la ruta por el fondo de la caldera, este sendero es uno de los menos explorados, tiene menos de un kilómetro de longitud y también es circular, aunque por la cercanía con el fondo, las temperaturas son más calurosas.